El otro día vino a vernos esta preciosidad de macho de Cacatúa Galah.
Y es que le tocaba identificarse correctamente mediante la implantación de un microchip. En nuestra clínica veterinaria procedimos a sedarla para implantárselo, pues así ni lo sienten al implantarlo y es más seguro. (la foto está hecha justo después de despertarla, por eso tiene esa cara de dormida 😛 )
Recuerda que si tienes un loro, da igual la especie, cada vez están pidiendo más requisitos para mantenerlo de manera legal. Y que las anillas que se les ponían en las patas comúnmente (las de toda la vida) solo son válidas sin se pueden leer los números que tienen y si son cerradas (las abiertas no valen a ojos de la administración, pues se le pueden haber colocado en cualquier momento de la vida del ave y se pueden falsificar).
Cada vez recomendamos más la implantación de microchips en psitácidas (loros), pues es una identificación más duradera (las anillas al cabo de los años suelen borrarse o volverse ilegibles) y además es muy difícil de falsificar (una anilla se corta en más o menos tiempo, para extraer un microchip la cosa cambia bastante, cosa muy importante en caso de robos).