Alejandro Martín Ríos, Veterinario

Clínica Veterinaria Azureus en Cáceres

Morriña, tomatosis, mixoma, enfermedad tumoral de los conejos… la mixomatosis tiene muchos nombres según la zona geográfica donde se presente y existen varias variantes que afectan a diferentes tipos de lagomorfos (conejos, liebres y demás especies) y casi todas son igual de agresivas y letales.

Es un virus, de la familia de los poxvirus, que se conoce como virus del mixoma. En la misma familia de virus también se encuentra la viruela (que también genera sobrecrecimientos en los tejidos blandos del organismo).

La mixomatosis debe su nombre de la palabra mixoma, que etimológicamente proviene del griego de la conjunción de dos palabras: myxo, que deriva de mucus y significa «moco» y -oma, que significa tumoración. Por lo que podría definirse como la enfermedad de los tumores mucosos o de tejidos mucosos.

Y es que la mixomatosis es una enfermedad que genera inflamaciones generalizadas en las zonas los tejidos blandos (sobre todo alrededor de los ojos, el cuello, la zona de la cabeza) que son tumoraciones conocidas como mixomas, tumores benignos que afectan a los tejidos blandos del cuerpo.

Origina inflamaciones y tumoraciones en los tejidos blandos del organismo. Normalmente primero se ceba en la zona de la cabeza, cuello y tórax, generando inflamaciones debajo de la piel.

No obstante, a medida que la enfermedad a avanzando los mixomas se van generando en muchos más sitios y acaban por invadir gran parte de los tejidos blandos del organismo.

En los conejos afectados de mixomatosis veremos normalmente lo siguiente:

• Comienzan a tener mocos y legañas.
• Fiebre alta
• Hinchazón de los labios, la zona de la nariz y los párpados.
• Hinchazón de las orejas, y se le suele poner la piel de la zona muy roja.
• Hinchazón y bultos de la zona de la frente y la zona de debajo de la mandíbula.
• Bultos y masas debajo de la piel, normalmente primero en la cabeza y el cuello, y luego en el resto del cuerpo.

Aunque suelen seguir ese orden, hay algunos animales que desarrollan primero masas en el tórax antes de tener ningún signo evidente en la cabeza, pues el curso de la enfermedad suele variar.

NO. La mixomatosis no tiene cura. La única manera de no padecerla es haberle puesto correctamente las vacunas ANTES de contraer la enfermedad, es por ello que en nuestra clínica veterinaria Azureus en Cáceres somos tan insistentes con la vacunación de los conejos.

Además, el 99% de los conejos que contraen la mixomatosis y no están vacunados se mueren.

Sí, hay ciertos conejos que son más resistentes a la mixomatosis (bien por haber estado vacunado con anterioridad años antes, bien por genética). No obstante, no es lo habitual.

En los casos en los que el animal pasa la mixomatosis, tras un largo camino que suele rondar las 2-6 semanas de evolución en las que normalmente se encuentran bastante enfermos, quedan inmunizados durante un tiempo (es como si se hubieran vacunado, pero de manera natural).

Siempre pueden volver a contraer la enfermedad, dado que la inmunidad no es de por vida (ojalá, así una vacuna valdría para toda la vida, pero no es así).

Además hay diferentes cepas de mixomatosis que van apareciendo y haciendo enfermar a los conejos. Cuanto más difiera la cepa de la vacuna (o de la enfermedad si la pasó) de la cepa de virus que infecta al conejo, más difícil es que el conejo tenga inmunidad.

La mixomatosis se contagia mediante 3 vías diferentes:

• Por contacto directo entre conejos. Si uno de ellos está infectado el resto se infectarán por contacto con sus mocos y por proximidad.
• A través de insectos vectores: los mosquitos y las pulgas pueden transmitir la mixomatosis a través de sus picaduras. Tras haber picado a un animal infectado luego diseminarán la enfermedad. Es por esto que, aunque tengas a tu animal en casa, es tan importante que lo vacunes.
• Por contacto con fómites y restos de secrecciones de otros conejos infectados (mocos por ejemplo que hayan dejado en un comedero, bebedero, etc).

Como puedes imaginar, si solo tenemos a un conejito como mascota en casa y no introducimos ninguno nuevo, es poco probable que se contagie en casa por contacto con otro conejo o por contacto con restos de un conejo infectado. Peeeero, no es tan infrecuente que se pueda contagiar si le pica un mosquito que haya picado anteriormente a otro conejo infectado.

Pues por desgracia no es tan raro. ¿Sabías que los mosquitos pueden desplazarse con el viento distancias de entre 10 y 20 km?

Como puedes ver, tenemos una variable que no podemos controlar, pues por muy protegidos que estemos en casa, normalmente siempre hay algún mosquito indeseable que se cuela en los meses de verano.

Y además, con el aumento de temperaturas debido al cambio climático, cada vez vamos a tener más y más cantidad y especies de mosquitos en España, así que lo mejor es adelantarse y prevenir siempre.

Para que tu conejo no pueda contraer la mixomatosis, lo más efectivo es la vacunación preventiva ANTES de que el animal tenga la enfermedad.

Existen varias vacunas en el mercado y tu veterinario de exóticos te informará cuál es la más adecuada en cada caso según donde residas.

¡OJITO! Cada vacuna proporciona inmunidad durante un tiempo determinado (algunas 3 meses, otras 6 y otras 1 año – pocas-). Y hay algunas que no garantizan inmunidad si se ha puesto anteriormente otra vacuna de otra marca. No vale solo con poner una vacuna, hay que saber cuál es la más adecuada y cada cuánto hay que ponerla.

Sí que puede cogerse la mixomatosis. La mayoría de vacunas efectivas en el mercado solo tienen una duración de 6 meses – 1 año normalmente.

La mixomatosis proviene de Sudamérica, ya que el poxvirus original afectaba a los conejos de allí. Se detectó en conejos silvestres en Uruguay en 1898. A raíz de esa primera identificación, se detectó en más regiones de América (tanto del sur como del norte).

En la década de 1950 se introdujo en Europa para erradicar las plagas de conejos que asolaban los cultivos de cerales y otras plantas, con el fin de mejorar la producción. Se introdujo de manera deliberada en Francia en 1952, y en tan solo 2 años se cepilló al 90% de la población de conejos en Francia. Desde esa fecha, se propagó como la pólvora por toda Europa y Gran Bretaña, fundamentalmente a través de insectos vectores (en Europa las pulgas fueron el diseminador número uno, como ya pasó con otras epidemias, tanto animales como humanas – recuerda que la Peste se transmitió por pulgas sobre todo).

Esta enfermedad genera estragos hoy en medio mundo, aunque hay algunos conejos que son resistentes y transmiten esa resistencia a la descendencia (el problema es que luego viene la enfermedad vírica hemorrágica, y se los lleva de calle a los pobres).

El caso más impactante fue el de Australia.

Pues a día de hoy, sí, es una salvajada. La primera salvajada fue introducir la especie foránea (invasora) como es el conejo en Australia, donde encontraron un sitio idóneo, con inviernos suaves, para reproducirse a su antojo, y sin casi depredadores.

Pero aunque todo esto suene a brutalidad, hay que ponerse en el pellejo de los habitantes de Australia en aquellos entonces, que dependían fundamentalmente de la Agricultura para subsistir y para generar riqueza en el país. Si los conejos se comían los pastos y arrasaban el terreno, los cultivos y el ganado se veían diezmados y la gente no podía subsistir. Por eso se tomaron soluciones tan drásticas.

Lo que no tiene mucho sentido es que en la actualidad se vuelvan a tomar medidas similares sin las precauciones debidas. Y es que en el 2017-2018 el gobierno australiano liberó conejos con una nueva cepa del virus de la fiebre hemorrágica del conejo para intentar acabar con las plagas que siguen teniendo de conejos.