Alejandro Martín Ríos

Los acuarios de arrecife son de por sí hipnóticos. Los colores tan llamativos que tienen hacen que el espectador se quede embelesado nada más mirarlos. Si además de los coloridos peces tenemos en esos acuarios corales moviéndose a merced de las corrientes de su interior, el éxito está garantizado para tener un auténtico cuadro natural viviente delante de nosotros. Y para empezar con los corales no hay nada mejor que empezar por los corales más sencillos que hay: los corales blandos.

Los corales se clasifican en 3 grandes grupos: Blandos, LPS y SPS. En este artículo nos centraremos en los corales blandos, que son generalmente los más sencillos de mantener.

Sarcophytones, discosomas, rhodactis, zooanthus, sinularias y un largo etcétera de corales blandos están disponibles en muchos distribuidores y son el mejor inicio en el mundo de la acuariofilia marina para quien no haya tenido acuarios marinos con corales antes.

Los corales blandos tienen unos requerimientos mucho menores que otros corales de Calcio, kH y Magnesio (aunque requieren elementos traza si tienen un tamaño considerable).

Además de rebajar considerablemente los costes de mantenimiento (el Calcio y el kH pueden ser uno de los consumibles más importantes a la hora de mantener un acuario marino) son mucho más tolerantes a los errores humanos con el acuario. La mayoría de corales blandos toleran en el agua una concentración mayor de elementos nocivos (nitratos, fosfatos y otros elementos) que matarían a cualquier SPS o LPS y que sin embargo los corales blandos soportan sin problemas. 

• Lo primero sería una buena calidad de agua, preparada con sal especial para acuarios marinos de arrecife. A pesar de que son blandos y son mucho más resistentes que otros corales, cuanto mejor calidad tenga la sal que usemos, mejor crecerán los corales. Con la mayoría de corales blandos se puede utilizar además agua del grifo para mantener el acuario (declorada obviamente, y si no tiene niveles de metales pesados importantes), aunque evidentemente se obtendrán mejores resultados con agua de ósmosis.

• Movimiento en el agua. No necesitan tanto movimiento de agua como otros corales, pero el acuario debería tener bombas para mover 5-10 veces el volumen del acuario a la hora.

• Una buena iluminación. La gran mayoría de corales blandos son fotosintéticos (y los que no lo son, deberían dejarse solo para que los mantengan acuaristas experimentados, pues necesitan una alimentación específica). Por lo tanto, dependiendo de la calidad de la luz, obtendremos un crecimiento y desarrollo correcto o no. Los blandos “tirarán” con casi cualquier luz, pero con luces que no tengan el espectro correcto acabarán languideciendo, perdiendo color y haciéndose cada vez más pequeños. No necesitamos luces super avanzadas, pero cuanto mejores sean, mejor será la coloración de los corales. La mezcla simplemente de tiras de leds azules y blancos que habitualmente se recomienda para mantener estos corales no va a hacer que se desarrollen completamente y puede quedarse bastante corta en cuanto a potencia. Hay que tener cuidado si se utilizan lámparas muy potentes, ya que ciertos corales blandos gustan de luz pero en intensidades bajas, y pueden retraerse si la intensidad de la iluminación es muy alta.

• Cambios de agua regulares o uso de aditivos de oligoelementos y elementos traza.

• ¿Skimmer? Los corales blandos son famosos por “contaminar” el agua con muchos componentes que pueden ser tóxicos para otros corales (otros corales también pueden soltarlos, pero no en tanta cantidad). Si vamos a mantener un acuario de corales blandos en el que no vamos a tener muchas especies, podemos prescindir del skimmer. Si vamos a mantener bastantes especies de blandos en el mismo acuario, el skimmer sería un elemento bastante necesario. Y si vamos a mantener blandos con corales LPS o SPS, el skimmer se convierte casi en imprescindible (a no ser que hagamos cambios de agua muy frecuentemente).

Las “setas” del acuario. Son corales que pueden llegar a crecer muchísimo con el tiempo (más de 80-90 cm de diámetro), por lo que debe calcular muy bien donde posicionarlos en el acuario. Tardan tiempo, pero se hacen gigantes.

Son corales que tienen colores marrones, rosas, verdes o amarillos. Los más comunes son los marrones, aunque en el mercado cada vez se ven más piezas (y esquejes) de colores fluorescentes bajo la luz actínica.

Tienen una característica muy particular: son pluripotenciales. Cualquier porción del coral (ya sea de la parte de arriba, de la base o del tronco) acabará produciendo un nuevo coral si se la separa del coral original (bajo las condiciones correctas obviamente).

Cada cierto tiempo los sarcos se cerrarán completamente para mudar la piel y liberarse de cualquier crecimiento de algas que puedan tener en su superficie. Para ello necesitarán cierta corriente, y hay veces que es conveniente producir dicha corriente encima del coral con las mismas manos (como si le estuviéramos soplando) o dirigiendo una bomba hacia el coral para que se desprenda la fina película que sueltan durante esta etapa. 

Lo más común es encontrar Sarcos de color rosado con las puntas blancas. Los criados en cautividad o de cultivo, como el de la foto que propagamos en Azureus, son mucho más resistentes generalmente que los que se obtienen directamente del océano (y además suelen traer muchos menos premios de gusanos y cosas similares).

Hay varias especies de Sarcophyton, unos que crecen en forma de «setas» y otros que crecen extendidos y con una forma bastante variable, como el de la foto. Para distinguirlos lo mejor es fijarse en el crecimiento del sarcophyton en pequeño, si el esqueje tiene un pie bien definido y sin pólipos visibles, será de los que crezca como una seta. Si por el contrario la base también tiene pólipos, será del tipo de los que crecen extendidos como el de la fotografía. 

Cada vez se consiguen variedades nuevas de color de colores más variados y más fluorescentes. El de la fotografía es un esqueje de Sarcophyton que criamos en Azureus y tiene un color verde claro fluorescente impresionante. 

Puedes ver todos los precios de estos corales en el apartado correspondiente de nuestra tienda online 😉 Solo tienes que seguir el enlace que hay aquí al lado.

Un coral clásico de cualquier acuario. Los zoanthus son corales que van creciendo sobre las superficies del acuario, ya sea sobre rocas o sobre el propio cristal del acuario. Sus pequeños pólipos se van extendiendo poco a poco y forman auténticos mantos. Como cualquier coral blando, puede resultar invasivo una vez instaurado en el acuario y de vez en cuando es necesario controlar su población, sobre todo si comienza a crecer sobre otros corales.

De zoanthus hay mil y una variedades, con innumerable variabilidad en los colores y sus combinaciones. Hace unos años lo más frecuente era encontrar colonias enteras con 50-100 pólipos con un color poco llamativo. Ahora lo más normal es encontrar colonias mucho más pequeñas (o esquejes de muy pocos pólipos) con colores explosivos y muy marcados. Son corales muy sencillos que harán las delicias de cualquier aficionado.

Los discosomas forman mantos en las partes bajas de los acuarios. Pueden tardar un tiempo en empezar a crecer, pero una vez que lo hacen pueden volverse dominantes en todo el acuario, y habrá que controlar su crecimiento. Con los Rhodactis pasa exactamente lo mismo. La diferencia fundamental entre ambos es que los Discosomas suelen ser lisos (con pequeños puntitos en su manto) y los Rhodactis suelen tener pólipos bien visibles sobre el manto.

Ambas especies pueden encontrarse en un sinfín de colores (azules, verdes, rojos y colores combinados). Hace muy pocos años se empezó a comercializar una nueva variedad, los bouncy rhodactis, que llegaron a alcanzar precios de hasta 4 cifras según su coloración. No obstante, hay muchos corales de estas especies bien coloridos y con precios mucho más normales.

Los discosomas suelen tener un manto liso con pequeñas protuberancias. Los azules y rojos intensos suelen tener unos colores espectaculares bajo la luz actínica. 

Los rhodactis, al contrario que los discosomas, suelen tener pequeñas protuberancias sobre el manto a modo de «pelos», lo que suele hacer fácil su distinción de los discosomas. No obstante, a medida que se van clasificando más especies, se ve que hay infinidad de variedades. 

Los discosomas rojos ultras son espectaculares por la noche. Son corales sencillos de mantener a los que les gustan las zonas con una luz ténue o media y que por la noche resaltan sobre cualquier otro coral que tengan cerca. 

Muchos Rhodactis no tienen nada que envidiar a los corales más coloridos, tanto bajo la luz normal como bajo la luz actínica. Rhodactis como el de la foto los podrás encontrar en nuestra tienda en la parte de «lo que ves es lo que compras» (WYSIWYG). 

Los bouncy mushrooms o bounce rhodactys son corales que se «descubrieron» hace pocos años. Cuando se empezaron a comercializar alcanzaron cifras de venta astronómicas (1500-2500 € por unidad). En la actualidad los precios han bajado pero siguen siendo los que tienen un precio más elevado.  (los de la foto no son nuestros, en Azureus nos quedamos con corales más mundanos…. u obtenemos piezas únicas que criamos y mimamos durante años para ofrecerte esquejes con precios que consideramos más razonables… 🙂 )

Los rhodactis crecen lentos, pero una vez empiezan no paran. Pueden llegar a invadir muchas zonas del acuario cuando están bien establecidos y a veces hay que controlar su población.