Tortu ha venido a vernos hace muy poquito casi recuperada del todo.
Vimos a Tortu en Octubre en nuestra clínica veterinaria por algo muy serio. Se había caido desde una altura superior a 3 pisos…
Y la pobre venía con el caparazón destrozado (podéis ver una foto más abajo del día que llegó a la clínica tras haber sufrido la caída). Ambos lados estaban fracturados y había que tratarla con sumo cuidado para no dañar ningún órgano importante.
En la clínica tuvimos que hacer una recomposición de su estructura ósea, desinfectando todo, revisando que los órganos vitales estuvieran bien y arreglando todos los desperfectos ocasionados por la caída. Tras todo esto, la mantuvimos hospitalizada casi una semana para poder rehidratarla y poder ponerle tratamientos analgésicos y antibióticos correctamente.
La peque es una superviviente y ya a los 3 días comenzó a demostrar que tenía muchas ganas de vivir y de salir adelante. Tras los días hospitalizados y con el tratamiento adecuado comenzó a hacer vida normal en casa y gracias a los cuidados de su propietaria y a sus nuevas lámparas de ultravioleta está recuperándose genial.
Ahora ya en las revisiones periódicas tenemos que tener cuidado para ir controlando que la prótesis temporal que tiene no le deforme el caparazón, ¡¡y es que desde que la vimos ha cogido un 35 % de peso!! Nos encanta verla tan vivaracha y tan gordita 😀
Y es que cuando llegó a nuestra clínica le hicimos una fotografía y la verdad es que causa impacto cuando la ves de nuevo, ya que la pobre estaba más en el otro lado que en éste (en la foto no se aprecia, pero el otro lado del caparazón estaba igual de roto).
Para todos aquellos amantes de las tortugas que leáis estas líneas, debéis tener mucho cuidado al tenerlas sueltas en una terraza, ya que son capaces de trepar por sitios que ni siquiera imaginaríamos. Y lentas son un rato, pero insistentes también, así que debéis comprobar siempre que vuestra terraza es «a prueba de tortus».
Esperamos que estas líneas os sean de ayuda a prevenir caídas futuras 🙂